Quién y donde

Un joven fabricante de licores de Limoges, Paul Bardinet, se interesa por el alcohol de azúcar de caña que llega al viejo continente importado de islas lejanas. La ratafía, como ellos lo denominaban en aquellos días, no tenía gran valor para los corsarios pero bajo su aparente rudeza escondía grandes secretos.

Hoy, un símbolo de la tradición ronera en el mundo entero

Desde 1857

La clave

Paul Bardinet supo apreciar los latentes e incomparables sabores y aromas que nos brinda la caña de azúcar y que darían lugar a nuestros exquisitos rones.